A Juan José Marthans, economista del PAD de la Universidad de Piura, opina sobre los retos de la reforma.
El sistema privado de pensiones tiene un problema de comunicación, asegura Juan José Marthans, economista del PAD de la Universidad de Piura. La brecha entre la rentabilidad de las administradoras y la de los fondos de pensiones, así como sus diferencias con la ONP, aún no serían claras para muchos afiliados.
“Pocas personas saben que para recibir una pensión vitalicia en la ONP es necesario aportar 20 años. Comunicarlo es tarea del regulador, pero las AFP no han hecho mucho por fomentar la transparencia”, comenta.
Ante esta situación, la esperada reforma de las AFP tiene dos grandes retos: bajar la tasa de las comisiones y ampliar la base de los afiliados.
1. Bajar las comisiones
Las administradoras de los fondos de pensiones cobran sus comisiones en base a la remuneración del afiliado. Con veinte años de presencia en el Perú, Marthans considera que es momento de cambiar el mecanismo de cobro.
El problema del modelo actual es el comportamiento asimétrico entre los ingresos de las AFP y el valor de los fondos, que han venido causando polémica, sobre todo durante la última crisis del 2008.
La primera opción sería aplicar un cobro por la rentabilidad del fondo. No obstante, el economista estima que ante la incertidumbre de la economía global las administradoras podrían sobredimensionar su comisión y mantener el problema de la transparencia.
Para Marthans, el cobro sobre el saldo del fondo elminaría el problema de la transparencia, pues las comisiones y la rentabilidad estarían medidas sobre la misma base y el afiliado podría conocer los movimientos de sus aportaciones en términos netos.
Además, con este modelo, las comisiones bajarían en el tiempo. “Al crecer el fondo total, las comisiones naturalmente tienden a caer”, afirma el especialista.
2. Ampliar la cobertura
El sistema privado de pensiones concentra solo el 15% de la Población Económicamente Activa (PEA), una penetración similar a la boliviana. Las mypes, los trabajadores independientes y el régimen CAS son los principales sectores potenciales aún no conquistados.
“La base de los afiliados se puede ampliar con incentivos, pero bien estratificados y focalizados”, opina Marthans. “De hecho, aquí hay una oportunidad para que los ministerios trabajen de forma conjunta y ofrezcan más de un beneficio por la afiliación a una AFP”.
Así, los trabajadores independientes deberían dividirse por ingresos y si tributan o no. “No entiendo por qué muchos profesionales no tributan. Ahora hay muchas formas de llegar a ellos, como Sunat”, asevera Marthans.
Fuente: Diario Gestión, lunes 19-03-2012
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