El Perú marca diferencias frente a otros países de América Latina
Microfinancieras se sometieron a disciplina impuesta por mercados
La pequeña y la mediana empresa (pyme) siempre se ha topado con una barrera en el tema del financiamiento. Sin embargo, en los últimos años, en el ámbito latinoamericano y especialmente en el Perú esta barrera comenzó a ceder y muchas de estas unidades productivas accedieron a capital de trabajo que les permitió lograr una posición en el mercado.
En ese sentido, las microfinanzas se constituyeron en el sector que registró el mayor crecimiento de manera sostenible, pues sus márgenes de rentabilidad se han mantenido altos pese a factores externos, como la crisis internacional de 2008.
"Las microfinanzas en nuestra región han sido muy sostenibles, a tal punto que hay varios actores que se han sumado a lo largo de los últimos años para atender las necesidades de los pequeños empresarios", afirmó el director de investigaciones socioeconómicas de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Pablo Sanguinetti.
Según dijo, ello se debe a que las entidades microfinancieras tuvieron que someterse a la disciplina impuesta por los mercados para obtener fondos. "Eso las hizo responsables al momento de otorgar créditos y gestionar servicios financieros para las pyme", aseveró.
Basado en los resultados del reporte Economía y desarrollo, servicios financieros para el desarrollo: promoviendo el acceso en América Latina, elaborado por la CAF, el ejecutivo manifestó que los fondos que reciben las organizaciones no gubernamentales (de ONG) y el downscaling (bancos que brindan sus servicios a clientes comerciales tradicionales y que se introducen cada vez más a segmentos de microempresas de menor escala) contribuyeron a darle el carácter comercial a la industria en América Latina.
"En el caso peruano, esta situación se observa con la presencia de múltiples actores públicos como las cajas municipales; algunas ONG que se convierten en edpyme; otras que pasan a ser bancos, como Mibanco; y otros actores no fiscalizados como las cooperativas", detalló Sanguinetti.
En el caso de downgrading, el funcionario resaltó los casos de bancos no especializados como el Banco de Crédito del Perú y Scotiabank, que participan mediante edpyme como Edyficar y Crediscotia, respectivamente.
Asimismo, el director de investigaciones socioeconómicas de la CAF sostuvo que, desde el enfoque comercial y atención a los más pobres, existen argumentos en torno a que el upgrading (pequeñas entidades no fiscalizadas que se convirtieron en instituciones reguladas) podría conllevar al abandono de la clientela más pobre.
"La experiencia del Perú con la prevalencia de múltiples instituciones que atienden a diversos segmentos de microempresas permite entender que no es así. Por ejemplo, las edpyme con préstamos promedio de 993 dólares o las ONG con valores de 454 dólares permiten que más pyme accedan a estos créditos. Otro hito es el programa Prider de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) en zonas rurales", explicó.
No obstante este avance, aún existen retos por superar, como la ampliación de la cobertura, ya que muchas de las pyme todavía recurren al sector informal.
"Los resultados sugieren que la expansión del microcrédito puede impactar de manera importante también a la microempresa informal. No se encuentra efecto del microcrédito en el empleo a nivel de firma, lo cual resulta intuitivo por tratarse básicamente de empresas unipersonales", precisó el funcionario.
El desarrollo productivo no solo requiere que las microempresas crezcan y se integren a la economía formal, sino también que las pyme que ya están formalizadas puedan enfrentar restricciones para su crecimiento.
En ese sentido, Sanguinetti sostuvo que las pyme ocupan un papel central en la estructura productiva de los países, especialmente en América Latina, pues generan entre el 45% y 65% del empleo y entre el 25% y 35% del Producto Bruto Interno.
"Las fallas de mercado que se puedan presentar en el sistema financiero podrían implicar un sesgo en contra del acceso al crédito en la pyme. Recordemos que el 68% de las firmas grandes; el 54% de las medianas y solo 38% de las pequeñas tienen préstamos vigentes con entidades financieras", precisó.
Pero, ¿qué podría restringir el crédito para las pyme? Algunas fallas en el mercado que afectan a los mercados financieros, como información asimétrica y selección adversa y problemas de agencia o incentivos.
"Además, se generan costos fijos en la administración de los préstamos que reducen los incentivos para otorgar créditos a las pyme y las fallas de mercado también afectan la generación y el procesamiento de información sobre potenciales clientes", refirió el director de la CAF.
Ante este panorama, dijo, los bancos tendrían desincentivos a invertir en informarse y monitorear pequeños clientes si estos pueden luego terminar como clientes de otros bancos.
Muchos de los instrumentos de apoyo al crédito, en la práctica, son gestionados por la banca pública. En ese sentido, Sanguinetti sostuvo que la banca pública debe estar enfocada al financiamiento de proyectos que requieren altas necesidades de generar capacidades y cooperación con la banca privada, que sirve de intermediaria.
"Es importante, por ejemplo, lo logrado con una banco público de segundo piso. Estos bancos de desarrollo se fondean con aportes públicos de capital y en el mercado de capitales, y a su vez fomentan el acceso a capital de riesgo para los proyectos que buscan promover", aseveró el funcionario.
Resaltó como ejemplo de banca de desarrollo de segundo piso el interesante esquema de gobierno corporativo de Cofide en el Perú. "Esto, entre otros factores, le ha permitido al país alcanzar el grado de inversión", puntualizó.
1 El modelo latinoamericano de microfinanzas se caracteriza por una orientación más comercial. Esto no ha implicado un abandono de los clientes más pobres.
2 Se verifica un uso limitado de fuentes formales: solo el 14% de las microempresas tiene un crédito formal como principal fuente de financiamiento.
3 Importante presencia de fuentes informales de crédito a pesar de las elevadas tasas de interés.
4 El microcrédito sí funciona. Sin embargo, debe destacarse lo heterogéneo del impacto asociado al acceso y otro tipo de servicios financieros complementarios al crédito para el desarrollo de la microempresa.