La jefa de la Sunat, Tania Quispe, afirmó que entre las medidas que se implementarán en los próximos meses para llevar la recaudación a 16 por ciento del PBI están nuevas acciones normativas, operativas y de facilitación.
Ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta General del Congreso de la República, informó que los ingresos tributarios del gobierno central sumarán 79,514 millones de nuevos soles el próximo año, lo cual representará un crecimiento real de 6.3 por ciento en relación a los resultados que se obtengan este año.
Estas proyecciones se basan en un crecimiento económico moderado, tanto a nivel interno como en el entorno internacional, dijo ante la mencionada comisión a la que asistió para informar sobre las proyecciones de los ingresos tributarios que se obtendrán en el 2012.
Explicó que durante el 2012 se esperan llevar a cabo 785,175 acciones de fiscalización y cobranza en tributos internos, lo que significa un incremento nominal de 367,829 en relación a las que se realicen este año.
Por su parte, a nivel aduanero se estima ejecutar 362,550 acciones de fiscalización y cobranza, así como de contrabando, cantidad mayor en 72,720 a las que se piensa ejecutar este año.
Durante el 2012 se realizarán en general 440,549 acciones más en tributos internos y aduaneros con relación a las que se llevan a cabo este año, refirió.
Asimismo, se pondrán en marcha diversas medidas de facilitación y simplificación administrativa, buscando descentralizar sus trámites con diez nuevos Centros de Servicios al Contribuyente (CSC) a nivel nacional.
En el caso de Lima los CSC estarán ubicados en las zonas periféricas de la capital.
También se ampliará en 100 por ciento la cobertura del canal de atención telefónico y se simplificarán los servicios mediante el portal institucional.
“En el campo aduanero daremos más capacidad de atención en el despacho aduanero, mayor cobertura en orientación y consultas, así como la reducción del tiempo de despacho”, señaló.
Finalmente, reiteró que el fortalecimiento institucional comprende entre otros aspectos, una mayor capacidad operativa, la mejora en la infraestructura y tecnología, así como incentivos por resultados y línea de carrera en lo que se refiere al personal.
“Todas estas proyecciones no están considerando los ingresos que se obtendrían por las nuevas medidas dictadas para el sector minero”, precisó Quispe.