Productos como la cerveza y licores tienen tasas diferentes y Pese a crisis, recaudación por este concepto es estable.
El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) continúa siendo la principal fuente de recaudación del fisco peruano. El año pasado, los ingresos captados por este impuesto ascendieron a tres mil 500 millones de nuevos soles, monto que equivale al seis por ciento de los tributos internos y al 14 por ciento del Impuesto a la Renta (IR).
Sin embargo, muchas conjeturas sobre su correcta aplicación se abrieron, especialmente en el caso de las bebidas alcohólicas, como la cerveza y los licores.
De acuerdo con la Sociedad de Comercio Exterior (Comex), en el caso de la cerveza, este producto paga un ISC sobre su precio sugerido al público (neto de IGV) del 27.8 por ciento; mientras que licores como el ron, whisky, vino, entre otros están gravados con una tasa del 20 por ciento sobre su valor de venta.
Comex señala que estas diferencias en la carga y forma impositiva de productos que son sustitutos directos alteran las condiciones de competencia en el mercado de bebidas alcohólicas y rompen con el principio de neutralidad tributaria, pues interfieren con la decisión final de los consumidores.
Asimismo, el gremio exportador refirió que dado que los principales consumidores de cerveza del país están en los sectores socioeconómicos de menores recursos, también se rompería con el principio de equidad, ya que estas personas pagan más impuestos por litro de alcohol.
Sin distorsión
Para el socio principal del Estudio Manini, Jorge Manini, independientemente del esquema del ISC aplicado, lo que se debe considerar es que la cerveza es el producto que genera la mayor recaudación de este impuesto gracias a su mayor consumo.
“No se trata de una comparación. Son consumos distintos. Supongamos que el mismo sistema aplicado a la cerveza se utilice para gravar a otros licores; la recaudación de la primera sería diferente precisamente porque su consumo es mayor; por tanto, no podemos hablar de distorsiones”, refirió.
Manini recordó que hace algún tiempo se pensó en cambiar el esquema impositivo aplicado a este tipo de productos. “Inclusive, se propuso cambiar el valor agregado por uno específico. No obstante, históricamente la cerveza es mucho más productiva, desde el punto de vista de recaudación, que otro tipo de bebida alcohólica”, aseveró.
Estabilidad
Una característica principal en la tendencia de la recaudación del ISC es su relativa estabilidad en el tiempo. De acuerdo con Comex, a pesar de las altas tasas de crecimiento económico de los últimos años, la recaudación por este impuesto no presentó mayor variación.
Esto se debería a que este impuesto depende, básicamente, de lo que sucede en el mercado cervecero y de combustibles, sus dos principales fuentes de ingresos, y no directamente del comportamiento de la economía.
Para el socio principal del Estudio Manini, a este tipo de impuesto que grava consumos superfluos o no deseados se le realizan modificaciones con fines netamente recaudatorios. “Los otros impuestos están sujetos a variaciones que muchas veces no están ligados necesariamente con fines tributarios sino a la forma como avanza la economía”, aseveró el tributarista.
Recordó que el año pasado, cuando el precio internacional del petróleo alcanzó niveles de hasta 140 dólares por barril, el Gobierno determinó reducir el ISC aplicado a las gasolinas.
“Recordemos que la composición del precio de los combustibles en el Perú tiene un componente muy alto en el ISC. Ello evitó que el precio de estos productos se elevaran considerablemente, pero afectó la recaudación por este impuesto”, comentó Manini.
Por ello, agregó, el ISC responde a fundamentos de la política económica, así como también a los efectos de la coyuntura.
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Fuente: El Peruano. Viernes 19.06.2009.
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